Se suelen cometer muchos errores al retirar amalgamas de la boca. Por lo general, el dentista, si no conoce el problema del metal pesado, simplemente perforará el empaste sin ninguna medida de protección.
Sin embargo, esto crea una gran cantidad de vapor de mercurio inorgánico altamente tóxico. No es raro que los pacientes que se han sometido a una extracción de amalgama rutinaria reaccionen con problemas neurológicos, fatiga crónica, problemas articulares y musculares u otros síntomas.
Por esta razón, es esencial la eliminación de los empastes de amalgama bajo extrictas medidas de protección. La odontología biológica presta especial atención a estas medidas.